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En los juegos olímpicos de Sídney del año 2000 hubo un muy popular caso que demostró las consecuencias del abandono estatal al deporte: en la prueba de 100 metros libres de esa edición de las olimpiadas, el atleta ecuatoguineano Eric Moussambani completó el recorrido en último lugar con un tiempo de 1 minuto 57 segundos, mientras que el penúltimo competidor tocó el otro lado de la piscina en 47,8 segundos; es decir, Eric tardó más del doble del tiempo de la última marca. Al investigar las causas de este suceso, se descubrió que el atleta entrenaba siempre en su país en una piscina de 22 metros de un hotel en Malabo, y que, en esa competición, fue la primera vez en su vida que había visto una piscina olímpica.

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Afortunadamente en Colombia no tenemos casos de abandono estatal tan evidentes y exagerados. En el país contamos con más de 10 piscinas olímpicas y con un Comité Olímpico comprometido con el correcto desarrollo de las distintas modalidades deportivas; sin embargo, hay deportes con requerimientos muy especiales que no se pueden practicar de la mejor manera en nuestro territorio.

Sofía Gómez es una apneísta poseedora de varios récords panamericanos en distintas modalidades. Algo que llama la atención es que ella nunca ha podido ejercer su modalidad en Colombia, desde hace más de cinco años vive en la isla de Dominica, uno de los territorios del caribe pertenecientes a la Commonwealth inglesa.

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El motivo por el cual Gómez se radicó en la isla es la facilidad para el entrenamiento de su deporte. Dominica se encuentra en una zona del Caribe con un mar muy profundo a pocos metros de la playa, y que acostumbra a ser muy calmado y con pocos animales en sus aguas, lo cual facilita la práctica de este deporte en el cuál los nadadores pueden llegar a altitudes inferiores a los 83 metros por debajo del nivel del mar. En este caso, la dificultad de desarrollo del deporte en Colombia se debe a motivos geográficos que son imposibles de controlar por los organismos gubernamentales.

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Otras modalidades poseen entorpecimiento en su práctica y competición por motivos financieros, por ejemplo, la Selección Colombia de Rugby Subacuático, compuesta por más de 20 miembros incluyendo al equipo técnico, tuvo que viajar a la ciudad de Graz en Austria para el mundial de dicha modalidad (competencia en la cual fueron campeones); sin embargo, más allá del apoyo del Comité Olímpico, no cuentan con el apoyo de ningún patrocinador privado.

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La falta de interés de las empresas en patrocinar a estos deportistas se debe a la poca visibilidad mediática que tienen estas modalidades. A pesar de ser los vigentes campeones del mundo, la Selección Colombia de Rugby no cuenta con ningún patrocinador y el dinero para asistir a la competición vino de recursos propios de los deportistas. Meses antes de la competición, intentaron realizar un crowdfunding en el que recolectaron solo 1.665 dólares de los 50.000 que tenían como meta.